Este post es una confesión personal, íntima.

Como muchos de ustedes sabrán, yo empecé en esto de los blogs en el 2010. Para aquella época (abril de ese año), mis hijas estaban de cumpleaños, y yo empezaba a curiosear en la blogósfera.

Si quieres conocer el cuento completo, lee mis posts anteriores, o asiste a alguno de mis talleres, porque siempre me lo preguntan, y siempre lo cuento.

Pero lo cierto es que empecé a probar muchas herramientas: WordPress, Blogspot, Tumblr, Posterous (que ya hoy no existe), etc., etc.

Y creé mi primer blog: El Eterno Inconforme. Blog del que ya les he hablado en muchas oportunidades.

Pero además, eterno curioso, mientras creaba un blog público para echar vaina y aprender, decidí crear un blog personal, privado, dedicado a mis hijas, en el que escribo y posteo (aún hoy, 10 años después) cosas solo para ellas.

Como un blog no es más que un diario digital, decidí plasmar allí momentos, situaciones, consejos, frases y recordatorios para mis hijas… para cuando yo no esté. (Sí, los padres nos ponemos estúpidos con este tema).

Y hoy, que es su cumpleaños 18, 10 años después de la creación de ese blog, decidí darles acceso a ellas, para que puedan empezar a leerlo/oírlo.

Allí encontrarán anécdotas que tal vez hayan olvidado, y audios de fechas especiales. ¡Es demasiado fino esto de los blogs privados!

Y si esto es tan personal, ¿por qué lo comparto con ustedes?

Porque pienso que es importante que sepan que cada vez más tenemos infinidad de herramientas tecnológicas para conectarnos, dejar regalos, hacer llamadas, hacer negocios, mostrar productos, aprender, estudiar, etc.; y muchas veces oigo a personas decir: “no se puede hacer”, “no hay herramientas para hacerlo”, o “eso es muy difícil”.

¡EXCUSAS!

Este momento de confinamiento “recogimiento casero” es perfecto para que te dediques a aprender una herramienta tecnológica nueva todos los días.

Tener un blog privado para la posteridad, y para que tus hijos, tu pareja, o tus seres queridos, lo vean en un futuro (tal vez cuando tú no estés en este plano) es una gran idea. Es una tremenda terapia. Es una especie de testamento digital.

Se los recomiendo. Hagan la prueba. El mejor momento para empezar siempre es ahora.

En un futuro se sorprenderán de las cosas que escribieron hace X cantidad de años. Y se acordarán de mí, y me lo agradecerán…

Solo espero que a mis hijas les guste, tanto como a mí, este regalo, que seguiré alimentando por mucho tiempo más…

¿Quieres aprender a bloguear y a ser un verdadero bloguero? Contáctame.