¿Por qué no leo tus cadenas de WhatsApp?

No sé si WhatsApp es una bendición o una maldición.

Digamos que es una bendición, porque se ha convertido en una herramienta casi imprescindible en las comunicaciones modernas. Es raro el usuario de smartphones actual que no use esta aplicación. Claro, hay muchas otras apps similares, como Line, Telegram, etc., pero sin duda alguna la más popular, la que manda, es WhatsApp. Sería interesante analizar el porqué de la popularidad de WhatsApp por encima de todos sus competidores… ¿Será porque la compró Facebook? Eso lo analizaremos en otro post…

Porque hoy voy a hablar aquí es del mal uso (como siempre) que le damos a las poderosas herramientas tecnológicas, específicamente a WhatsApp.

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Sin duda alguna que, como herramienta poderosa y masiva, han surgido en torno a ella (WhatsApp) una serie de estrategias para hacer “WhatsApp Marketing”, y que dan resultado, por cierto; pero también hay una gran cantidad de gente torpe, estúpida y fastidiosa que hace mal uso de la herramienta con cosas como las que mencionaré a continuación:

  • Cadenas de niños con cáncer. Estas cadenas existen desde mucho antes del MSN, ¿te acuerdas? ¡No te hagas el adolescente! Que yo sé que te acuerdas… Lo cierto es que esta falsa y ladillosa cadena del niño enfermo de cáncer, o del niño con quemaduras graves que necesita que envíes la cadena por WhatsApp para que le hagan una donación de un dólar por cada reenvío ES UNA SOBERANA MENTIRA… ¡No seas pendejo! Ni el niño enfermo existe, ¡ni le van a donar un dólar a nadie! Lo único que ganas con esto es perder tu tiempo (y megas) y el de los demás…
  • Chistes. Desde que existen los mensajes de texto o SMS existe esta mala costumbre. ¿Quién coño te dijo que yo quiero leer tus chistes? Si yo quisiera leer tus chistes te invito a tomarnos algo y comernos un dulce para escuchar tus chistes en vivo. Si yo quisiera reírme contigo te invito a un show del Conde del Guácharo o de Emilio Lovera, ¿no crees? ¡Qué mala costumbre con enviar chistes por WhatsApp! Antes de enviar un estúpido chiste la gente debería preguntar: “Pana, tengo un chiste bien bueno aquí en mi WhatsApp, ¿lo quieres leer?” Y así uno autoriza si se lo envían o no. O mejor aún: Que se inventen un filtro de mensajes, y uno pueda configurarlo, para filtrar los estúpidos chistes de nuestros estúpidos contactos.
  • Cadenas políticas. Un mal muy común del venezolano, del venezolano imbécil del siglo XXI que se polarizó y es, o muy chavista, más chavista que Chávez, o muy opositor, imperialista y golpista. ¡Pendejos ambos bandos! Ambos te mandan sus mensajes, cargados de su léxico y retórica particular: que si seremos el país potencia que Bolívar soñó, que si pronto matarán a la familia Maduro, Flores y Cabello, en fin… ¡Pura paja! Que si la marcha, que si las firmas, que si el imperio, que si los camaradas. ¡Qué ladilla con tanta mierda! ¡TRABAJEN! Y no me escriban por WhatsApp
  • Bachaqueo. El oficio de moda. Ahora todos venden, revenden y recontrarevenden. Malaya sea con los mensajes de este estilo: que si vendo crema dental, que si tengo baterías para carros, que si vendo azúcar o leche condensada. ¡Coño de tu madre! No sólo eres un maldito buhonero digital, sino un especulador de mierda. Vende por otra parte, sal a la calle y monta un tarantín, no serás el único ni el primero, ¿o es que tienes miedo? ¿Debido a tu miedo de bachaquear abiertamente tus contactos tenemos que calarnos tus malditas cadenas bachaqueriles? ¡Es que hasta grupos de bachaqueo por WhatsApp existen! Y luego ves a la gente quejándose: “¡Qué caro está todo!” Coño de tu madre, ¿para qué le compras a los bachaqueros entonces? Cada vez que le compras a un bachaquero eres parte del problema. La gente es tarada y lo demás es güevonada…
  • Religión. Los loquitos religiosos son peores que las cucarachas. Estos bichos ni con bombas atómicas se mueren. ¡Al contrario! Se reproducen con cada crisis y tragedia mundial que ocurre. Lo cierto del caso es que nunca falta dentro de nuestros contactos el mal parido que te manda un salmo, un pasaje de la biblia, una lectura, una invitación al culto, una foto de una Atalaya… ¡Vergación! ¡DEJA TU PUTA LADILLA! No me interesan ni tu Jehová, ni tu Yemayá, ni tu Pastor ni nada de esa mierda. Usa el WhatsApp para otras cosas más productivas que para rezarme el Padre Nuestro o para enviarme canciones de Marcos Witt… ¡Te lo pido por los clavos de Cristo!
  • Multinivel. Que si Amway, que si Herbalife, que si Avon, que si Yambal, y pare usted de contar. Estos bichos son tanto o más fastidiosos que los religiosos que mencioné anteriormente. Pana, entiende una vaina: ¡No te voy a comprar tus merengadas! ¡No me interesan tus reuniones tipo secta religiosa, ni me interesa ser millonario en 30 días! Primero, porque ES MENTIRA, y segundo, porque si fuera verdad que tú eres millonario vendiendo tus güevonadas por WhatsApp no me estarías escribiendo precisamente a mí para que también me haga millonario. ¿O es que acaso tú has visto a Bill Gates, Mark Zuckerberg o algún otro millonario invitando a otras personas a su negocio? Recomiendo bloquear a todos los contactos que estén con esta ladilla por WhatsApp. ¡Son inmamables!
  • Chanceo. Siempre lo he dicho: el anonimato y la distancia son el caldo de cultivo predilecto de las personas que no tienen bolas para hablar de frente. No hablo aquí del sexting con tu pareja, eso es muy distinto. Me refiero a los contactos que tienes o que agregas, y que al cabo de días te empiezan a acosar, a interrogar, a invitar a salir o a pedir intercambio de foticos hot. ¡Qué ladilla! Ya estamos grandecitos para andar pidiendo foticos en pantaletas. Si me quieres enseñar una teta, llámame y me la enseñas en vivo. Si quieres ver un pene erecto, ¡busca en Google! ¿Vas a pedírselo a un contacto de WhatsApp? ¿Tú eres enfermo o qué?
  • Insultos. Yo tengo una maestría en recibir insultos de la gente por las redes sociales, por correo y por WhatsApp. Créanme, la gente que te insulta por los canales digitales lo hace así porque NO TIENEN LAS BOLAS DE HACERLO DE FRENTE. Perro que ladra NO MUERDE. A mí hasta me han amenazado de muerte, de secuestro, de demanda por redes sociales, por este blog y por WhatsApp. ¡Bah! Pura paja. El que va a hacer, de verdad hace Y NO AVISA. Así que no creas en insultos de WhatsApp, y tampoco los hagas. Te invito a que te amarres bien los pantalones y te veas personalmente con quien quieres insultar, ¡y se lo digas! Así veremos cuán macho o ruda eres.
  • Falsas noticias, sucesos o rumores. Que si viene un cometa que cambiará la órbita de la tierra, que si Maduro acaba de confesar que es gay, que si descubrieron un video prohibido de Oscar D’ León con Celia Cruz, que si descubrieron la cura para la caspa y un sinfín de estupideces más. Imbécil, no seas partícipe de este tipo de información inverosímil y novedosa. Usa ese telefonote de última generación que estás subutilizando para buscar antes en Google y ver si ese rumor o esa noticia es cierta. ¡No quedes como un pendejo ignorante!

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¿Ya ves por qué no leo tus estúpidas cadenas de WhatsApp, por qué no te respondo y por qué nunca más te escribí por allí? Porque estás mal utilizando esta herramienta, porque me fastidias, porque me pareces un falso amigo, un inútil contacto, un estúpido de mierda.

Se supone que si te tengo dentro de mis contactos es porque o somos amigos o conocidos, o socios, o familia, o clientes, o hemos hecho algún trabajo juntos, por lo tanto, supongo yo, que deberías usar el WhatsApp para saludarme y darme información importante. No para UTILIZARME como “un contacto más” al que bombardeas con tu spam y tus estupideces de frustrado sin amigos y vendedor de pacotilla.

Nunca me saludas, nunca preguntas por mí ni por mi familia, nunca te acuerdas de mí, ni de mi fecha de cumpleaños… ¿pero sí me bombardeas con tus malditas estupideces por WhatsApp?

Por favor, ¡no me mandes más cadenas de WhatsApp! No las leo, me fastidias, me aburres, me das ladilla, me das asco… ¡No me interesan tus estúpidos mensajes ni chistes!

Deberías empezar a hacer buen uso de las herramientas tecnológicas y a comportarte como un verdadero adulto, ¿Entendiste?

6 comentarios en “¿Por qué no leo tus cadenas de WhatsApp?”

  1. Roosevelt. Cómo siempre, has acertado.

    Realmente es increíble la cantidad de gente gaznápira que hay actualmente y lo peligrosas que se han vuelto con herramientas tan poderosas en sus manos. Algo así como darle un AK47 cargado a un chimpacé. De todos los puntos que mencionaste, con el que más identifico mi desencanto es en el cual mencionas las Falsas Noticias y Rumores. De verdad que pesada la gente que manda este tipo de chismes, y al final para “librarse” de responsabilidad colocan: “No se si sea verdad. A mi me llegó así. Yo solo difundo”. De verdad que me saca de quisio.

    Pero bueno. Por gente mantecata como esta nuestra sociedad va en decadencia.

    Sigue publicando. Te sigo leyendo cada vez que colocas algo.

    Saludos!

  2. buen dia hermano, al igual que juan, pense que era el unico que se molestaba con este tipo de cadenas, sobre todo con las religiosas y la cadena de rumores, siempre me llamo a la paciencia pero llega momentos en que pido que dejen de joder.

  3. yo me he salido de muchas y la gente me odia por eso, es como si les mentaras la madre sobre todo si eres frontal para decir las cosas mensali de una porque me ladille de ver fotos de perritos y bebes, y de otra por la bunosdiitis fastidiositis y el exceso de jaladera de bolas al administrador

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