Los 10 mandamientos del uso de WhatsApp

Si al día de hoy todavía no has usado o no reconoces el enorme potencial que WhatsApp te ofrece como herramienta de negocio o trabajo, definitivamente no eres de este planeta.

Y sí, seguramente eres de los que piensa que hay aplicaciones mejores que WhatsApp, como Telegram, Viber, Line, etc. Y eso “probablemente” sea cierto. Pero lo que no es menos cierto es que en 2017 WhatsApp fue la tercera red social (sí, ya es una red social) más utilizada del mundo, tan sólo por detrás de YouTube y Facebook, que ocuparon el primer y segundo lugar respectivamente.

Y es que WhatsApp nos ofrece un gran cantidad de usos y posibilidades para comunicarnos, mercadear productos o servicios, o simplemente difundir contenidos de forma masiva y directa, pero muy, MUY efectiva.

Pero hoy no los quiero ladillar con números, estadísticas y tendencias de uso de estas potentes herramientas. Hoy vengo a hablarles de algo que ME ACOJONA, me aburre, me fastidia, del mal uso que precisamente la gente a mi alrededor le da a WhatsApp.

¿No les ha pasado que les envían cadenas fastidiosas, los agregan a grupos de temas que a ustedes no les interesan, o le saturan el teléfono con memes, chistes, canciones, rumores, videos y un sinfín de vainas más a través de WhatsApp?

Sí. No estás sólo. Yo también padezco el mal uso de WhatsApp.

Ya antes había escrito un post acerca de lo desagradable que son las cadenas de WhatsApp, pero es que así como WhatsApp está evolucionando y mejorando con el pasar del tiempo, los idiotas que hacen mal uso de él también se inventan nuevas formas de mamarnos la existencia.

Es por eso que preparé una lista con los que yo considero deben ser los 10 mandamientos del buen uso de WhatsApp.

¡Y ojo! No estoy descubriendo el agua tibia. Ya sé que hay una serie de normas de conducta o etiqueta en WhatsApp.

Lo que quiero compartirles aquí es una lista de MIS recomendaciones, a mi estilo, desde mi punto de vista.

Así que ponte cómodo y toma nota… ¡Y no la sigas cagando en WhatsApp!

Veamos:

1) Escribirás como humano, no como asno.

¡Hablo de tu ortografía! Qué pena y qué fastidio me da leer mensajes de personas que no saben la diferencia entre “hay”, “ay” y “ahí”. Igualmente evitarás mensajes tipo: “voy a komer a m ksa, t llmo n la nohe”. O sea… ¿te están cobrando por las letras que usas? ¡Escribe bien y completo, nojoda!

2) Evitarás el envío de cadenas.

Sobre todo si se trata de información “seria” no corroborada por ti (rumores, pues). ¡Malaya sea con los ociosos y pendejos que creen todo cuanto les envían! Si tú reenvías una cadena de alguna información X sin detenerte a verificar su veracidad, ¡eres parte del problema de los rumores y la desinformación! Por favor, verifica las fuentes y busca en Google antes de reenviar un mensaje masivo. ¡No te vuelvas parte de la cadena de idiotas!

3) No agregarás a nadie a grupos.

¡No seas ladilla! De verdad que es bien desagradable que abres tu WhatsApp, y de repente ves que estás en 3 grupos nuevos: uno del consejo comunal de tu urbanización, en donde hablan de puras jalabolerías de “rodilla en tierra” o “el comandante supremo”; un segundo grupo de los padres de la catequesis de tu hijo, en donde hablan del vestido de Primera Comunión que tienes que comprar; y un tercer grupo de fanáticos de The Games of Thrones, en donde hay puros pendejos haciendo spoiler o preguntando güevonadas. ¡Coño! ¡No me agreguen a grupos sin yo pedirlo! ¿No has notado acaso que yo no agrego a nadie a mis grupos de WhatsApp? Yo envío el enlace, para que sea la persona la que decida si unirse o no, así, si después se aburre y decide salirse, no me puede echar la culpa a mí de sus malas decisiones. ¡Respeta y no agregues a nadie a grupos!

4) Irás directo al grano.

No enviará notas de voz de más de 2 minutos o mensajes kilométricos. ¡Coño de su madre! Soy enemigo de audios extensísimos, y de textos más largos que los versículos del antiguo testamento. ¡Pana! Entiende que en estos tiempos modernos que corren debemos ser concisos, ir al grano, ser directos y responder lo que se nos pregunta. ¡No dar una cátedra por WhatsApp de cómo freíste un plátano y te lo comiste! A la gente así tenemos que BLOQUEARLA. Coño, ¿no se les acalambra el dedo estando allí pegados dejando una nota de voz de 7 minutos?

5) Hablarás del tema y no te desviarás de él.

Si estás en grupos, hablarás única y exclusivamente de la temática de ese grupo. No demostrarás tu falta de cromosomas o neuronas, saliéndote del tema. ¡Qué mala costumbre! Yo, que administro muchos grupos, y pertenezco a otros, veo esto a diario: gente ESTÚPIDA que sabe que está en un grupo de “emprendimiento”, por ejemplo, y entonces quieren vender sus corotos porque se van del país, escriben buscando novia para su perro, o preguntan dónde se consigue mantequilla o azúcar. ¡Malditos! Escriban por privado al contacto de su preferencia, ¡y ya! No molesten a los demás con sus estupideces, que dicho sea de paso, son FUERA DE LUGAR. Luego la gente se queja cuando uno les responde con retrecherías… ¡Coño! ¿Si te comportas como un imbécil como pretendes que te traten?

6) Si administras un grupo, lo moderarás.

Y no lo abandonarás al spam. Pondrás normas y las harás cumplir, siempre tratando a la gente con respeto y cortesía. Esta es otra mala práctica que a mí me hace salirme de esos grupos de mierda: que tienen a un administrador que es un completo inútil o un dramático insufrible falto de sexo. Si eres un inepto que no sabes gestionar, administrar, moderar, comunidades digitales (esto es ser Community Manager, pa que lo sepan), no te pongas a abrir grupos, porque la gente jugará la pelota contigo y ese espacio virtual, potencialmente positivo y productivo se terminará convirtiendo en un gallinero online.

7) Te comunicarás sólo para cosas realmente importantes.

Evitarás estupideces como el “ola ke ase”, o mariqueras de ese estilo. Eso de dar los buenos días todos los días o poner frases motivadoras (Bienvenido agosto) es una ladilla. Si yo quiero hablar contigo lo haré cuando lo necesite. No estamos obligados a saludarnos todos los días. ¡Estamos a un mensaje de distancia y en la palma de la mano! Evitemos el consumo innecesario de la batería de nuestros teléfonos al escribir mensajes para todo: “¿cómo abro el correo?”, “¿cómo saco la batería de mi teléfono?”, “¿cómo me lavo el culo?”. Coño, ¡USA GOOGLE, QUE NO MUERDE! Y no ladilles a los demás con tu evidente ignorancia digital y falta de criterio para buscar información.

8) No te quejarás de los grupos a los que ingreses.

Que si se te gastan los megas, que si no entiendes de qué hablan, que si no te gusta la temática… ¡salte de esa vaina! ¿Acaso estás amarrado ahí? Esto sucede cuando eres de los que, como mencionaba en un punto anterior, son agregados a grupos sin ellos saber… ¡y viven caídos de la mata! Qué ladilla los inocentes de la vida que andan #ForeverAgüevoniados. Si no te gusta un grupo o no lo entiendes, ¡salte! Eso no te hará perder una amistad o a un familiar. Si no te gusta algo del grupo, ¡pues vete! Aquí también entran los gafos que quieren poner normas en grupos de otros. Señores, entiendan algo: los grupos pertenecen a quienes los crean, y se rigen por sus normas, y si éstas no te gustan, ¡SALTE DEL GRUPO!

9) Evitarás el chanceo con desconocidos.

Qué ladilla los babosos, o las quesúas chismosas que quieren chancear o averiguarte la vida (¿Tienes novia? ¿Sales con alguien?) por allí. Mejor es hacer una llamada, y ponerse de acuerdo para verse y conversar personalmente. ¿Cuál es el miedo? ¿O será que yo ya soy una persona madura y no ando con esa picazón de culo? Lo cierto es que esto es una muy mala práctica, y sucede más frecuentemente de lo que creemos. A mí siempre me avisan, miembros de grupos que administro, que hay babosos pidiéndoles fotos y vainas raras. ¡Háganse la paja en YouPorn! Y no fastidien en WhatsApp.

10) Nunca dejarás a nadie en visto (doble check azul).

¡Qué mala educación! Y más si están esperando una respuesta de tu parte. Lo mejor, en ese caso, es que ni siquiera abras el mensaje, o lo dejes sin leer, y así tu interlocutor no queda esperando una respuesta que nunca llegará, porque él sabrá que aún no lo lees. En lo personal no me gusta desactivar el aviso de doble check, pues me parece genial que quien me escriba sepa que lo leí y que voy a responderle. No hagas a los demás lo que no te gusta que hagan a ti. Responde rápido, y si no puedes, al menos avisa en cuánto tiempo lo harás. ¡El tiempo de los demás vale tanto como el tuyo!

¿Lo ves? Es muy sencillo. Tan sólo hay que usar el menos común de los sentidos: ¡EL SENTIDO COMÚN!

Así que ya sabes, si usas WhatsApp, estoy entre tus contactos Y LEÍSTE ESTO, te voy a ladillar si la vuelves a cagar…

¿Qué te pareció? ¿Agregarías algún otro mandamiento?

Déjame tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio