me cambié a linux

¡Hola, Linux! ¡Adiós, Windows!

No quiero sonar como un fanático de Herbalife. O tal vez sí.

No quiero que me etiqueten como “otro rarito de esos que usan y promueven el software libre”. O tal vez sí.

Mucho menos quiero que me tilden de socialistoide izquierdoso. ¡ESO NUNCA, JAMÁS!

Pero sí. Hace unas cuantas semanas, y luego de un par de meses de lectura, investigación y capacitación autodidáctica, decidí dar el paso, y dejar de usar Microsoft Windows, para entregarme a las complejidades maravillosas de GNU/Linux, o simplemente Linux, como todos le decimos.

Y les cuento un poco de mi historia con este tema:

Mi primer acercamiento con la tecnología, como algunos sabrán, fue por allá en los 80, con el Atari. Y luego, en los 90, con MS-DOS y Windows 3.1. Sí. Seguramente estoy hablando de cosas que tú, millennial, ni entiendes, pero quiero que sepas que llevo largo rato entre bits y bytes.

¡Hasta un curso de Windows 95 hice! (me da pena admitir hoy día, que mi papá haya tenido que pagar para enseñarme a usar una mierda como Windows).

Más de una vez instalé (con una chorrera de disquetes, y luego con un CD) Windows 95, 98, Me, XP, 7 y sus derivados. A veces original, casi siempre pirata.

Pero sí. Me formé y estudié informática bajo el influjo de papá Microsoft. Nunca usé Linux durante mi formación universitaria.

Como en el 2010 tuve mi primer acercamiento a Linux, específicamente con Ubuntu.

¿Mi reacción? Como es natural: ¡Es una mierda esto! ¡Es complicado y feo! ¡No me gusta! ¡Quiero mi Guindows (lento y guindado) de vuelta!

Pero lo cierto es que el Linux, Ubuntu, y las miles de distribuciones que hay hoy día no se parecen EN NADA a lo que yo probé por allá en 2010.

Años después, ya con un Windows 10 “adolescente” viviendo entre nosotros; y ya yo más maduro y exigente como usuario de PC, me di cuenta que estaba malgastando recursos tecnológicos de mis computadoras, y desperdiciando un tiempo valiosísimo esperando que Windows prenda, procese, se “desguinde”, o se apague. Y eso sin contar los constantes reinicios, pantallas en azul y advertencias.

¡Me cansé de esa vaina!

Luego de pasar, repito, semanas, días, horas, documentándome y aprendiendo, decidí dejar de usar Windows definitivamente.

¡Y estoy más que feliz!

Mis máquinas funcionan como debe ser. Responden rápido, no pierdo trabajos, documentos, ni tiempo. Y tengo en mi computadora solo lo que necesito. Nada de programas “extras” instalados de fábrica. Uso lo que tengo, y tengo lo que necesito. ¡Y tengo el control sobre todo eso!

Sí. Seguramente sueno como un fanático evangélico recién convertido o bautizado en una nueva secta que predica la salvación del final de los tiempos…

Pero, debo decirles que esta sensación de comodidad y seguridad tecnológica sólo la entienden quienes, como yo, han pasado años pegados en la basura de Windows y se han cambiado a Linux (incluso a Mac, que tampoco es una total maravilla, pero sí es 1000 veces mejor que Windows).

Pero, para no sonar tan fanático “cerebro lavado”, aquí les voy a enumerar algunos beneficios que obtendrás cuando decidas dejar de usar ese Windows pirata (hasta el original es chimbo) y te cambies al lado luminoso de la fuerza. Veamos:

  • Tienes un producto 100% original SIEMPRE. Olvídate de parches, de pack 1, pack 2, pack 3, apps extrañas para generar licencias chimbas y claves virtuales. Ahora tienes un sistema operativo original y actualizado SIEMPRE.
  • Potencia y robustez para tu PC. Ya no más procesos colgados, páginas en blanco, reinicios inesperados o bloqueos al encender o apagar. Sencillamente eso es parte del pasado: enciendes rápido, trabajas, y apagas, rápido y fluido, como si tu máquina estuviese recién comprada, como siempre ha debido ser. Inclusive, si tienes una maquinita vieja, con Linux la puedes revivir, ¡y usar como nueva!
  • Control total sobre el software. Puedes instalar y desinstalar lo que queras. Siempre tendrás el control de lo que agregues a tu PC, y tendrás la certeza de que funcionará. Olvídate de instalar drivers complicados o de errores de programas. El mundo tecnológico ha cambiado, y hoy día las grandes empresas han entendido que cada vez hay más usuarios de Linux, por lo que hacen sus herramientas compatibles con este entorno.
  • ¡No más antivirus ni virus! ¿Cuántos antivirus has probado en tu vida? ¡Yo perdí la cuenta! Toda mi vida eso fue un dolor de cabeza. ¿Cuántos trabajos perdiste por virus, pendrives dañados o archivos corruptos? ¡Olvídate de eso! Ya eso no tiene que preocuparnos. Y ojo, que sí hay virus y malware para Linux, pero la infección es más difícil que suceda, por un proceso técnico que explicaré en un próximo post. Lo cierto es que ya tenemos un dolor de cabeza menos.
  • Una comunidad inmensa de soporte. Yo aprendí en un par de meses lo suficiente como para recuperar mis 3 computadoras, probar varias distribuciones Linux, y preparar los archivos de instalación necesarios, simplemente leyendo y preguntando en foros. ¡Hay muchos foros y blogs de soporte! Así que siempre conseguirás una respuesta ante tus dudas. Además, la gente que usa Linux siempre se apoya. Es parte de la filosofía del software libre.
  • Variedad de distribuciones para escoger. Una distribución es un entorno gráfico distinto del Linux. Un entorno que lo hace amigable, fácil de manejar y de trabajar. Y adaptado a cada tipo de usuario que hay. En el pasado Linux era para informáticos geeks, pero eso ya cambió. Hay cientos de miles de entornos disponibles para que pruebes y escojas el que más te guste.
  • No dependes de un técnico informático experto en Windows. Se les acabó el negocio. Antes yo tenía que esperar que el técnico de cabecera me consiguiera el último DVD con Windows, más el parche, más el antivirus, más los programas aparte, más la clave… ¡Qué fastidio! Ahora, al instalar tu distribución de Linux, el sistema operativo trae todo lo que necesitas. No dependes de nadie. Tienes todo en una instalación, sin claves ni nada pirateado, ¡todo gestionado por ti!
  • Compatibilidad. Hace años hablar de Linux era hablar de una computadora complicada para hacerla funcionar con componentes y periféricos: impresoras, escáneres, teclados, y otros componentes adicionales. Como te vengo diciendo, el mundo tecnológico ha cambiado, y ahora las empresas hacen todos sus dispositivos para los 3 principales sistemas operativos del mercado: Linux, Mac y Windows. Siempre conseguirás compatibilidad. Incluso con Office (que era mi mayor temor, porque trabajo mucho con documentos), no hay problema una vez que aprendas a manejarte con los formatos adecuados.
  • Sencillez. Esto fue lo que a mí me alejó de Linux en el 2010. Pero el Linux de hoy es otra cosa. Tiene la sencillez gráfica de Windows, con la potencia de Mac. Es decir, que ahora tienes un sistema operativo poderoso, robusto y a prueba de fallos, pero muy gráfico y sencillo. En unos minutos te acostumbras al entorno, y cuando vuelves a usar Windows piensas: ¡de lo que me estaba perdiendo!
  • Su filosofía. Un temazo. Por eso les dije al comienzo del post: no piensen que soy izquierdoso o chavista (¡Dios me libre!). Pero la filosofía que dio origen al software libre y a Linux, a partir de Unix, es bien interesante para poder comprender por qué la comunidad hace lo que hace. Colaboración, libertad, apoyo, transparencia, son solo algunas de las cosas que promueven. Como siempre, los políticos de turno han querido abanderarse de esta filosofía, apelando a “su lucha contra el capitalismo salvaje y el imperio”, pero eso no es más que fanatismo absurdo. No les hagas caso. Lo que sí es cierto es que la libertad que te ofrece Linux es incuestionable y no se compara con NINGÚN otro sistema operativo.

Y hay muchos más beneficios, que aún sigo descubriendo y que compartiré más adelante con ustedes.

Por ejemplo, ¿sabías que ese Android que usas en tu teléfono está diseñado, sustentado, sobre Linux y software libre? ¿Sabías que el mismo sistema operativo Mac también tiene su base en Linux? ¿Sabías que la mayoría de servidores en el mundo (el 90%) usa Linux, por su robustez, solidez y seguridad?

Son detallitos y cositas de las que te irás enterando cuando, como yo, te adentres en este mundo.

Tal vez ahora me vean escribiendo y hablando más de Linux y software libre por aquí y por mis redes sociales. ¡Se lo calan!

Tanto es así, que he creado una comunidad en Telegram, en donde podemos compartir novedades, noticias, dudas, opiniones e inquietudes acerca de este maravilloso mundo de GNU/Linux y del Software Libre. (En un próximo post hablaré de la filosofía del software libre, y por qué es tan interesante que deberías leerlo).

Si aguantas a los de Vision Travel, ¿no me vas a soportar a mí, nuevo Linux Fan Boy?

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