¡Curemos la Instagramitis!

Tengo meses advirtiendo de este mal: La Instagramitis.

Pero antes de entrar en materia, y darles mi análisis y recomendaciones al respecto, definamos:

¿Qué coño es eso de Instagramtis?

La Instagramitis, o manía absurda y enfermiza a estar todo el día pegado a Instagram, no es más que una mala práctica de mucha gente en la actualidad. Es una fiebre por estar todo el día allí, viendo, leyendo, buscando, comentando y hasta stalkeando.

Y si hablamos de los profesionales del área digital, llámense Social Media Managers, Community Managers, Content Managers y toda verga a la que le queramos poner el adjetivo cool y digitalmente bien aceptado de “Manager”, la Instagramitis es la equivocada fijación de que el centro de todo negocio en la actualidad, su embudo de conversión, su centro de generación de contenidos y principal canal de contacto con sus potenciales clientes recaiga en su perfil de Instagram.

¿Ya lo tienen claro?

Ok. Una vez definido el término, los invito a mirar a su alrededor, y silenciosamente ver qué redes usan todos. Y analicen un poquito más: ¿cómo están las otras redes sociales de esas mismas marcas negocios y productos?

Es así que nos encontramos con todo tipo de negocios que tienen perfiles en varias redes sociales, pero sólo generan contenido en Instagram. ¿Por qué? ¿Qué pasa allí? ¿Los agarró un Sobrinity Manager? (Del Sobrinity Manager pronto hablaré en otro post) ¿O han sido víctimas de un “[cualquier verga rara vendedor de humo] Media” que les está cobrando por hacerles la famosa estafa de la “Estrategia de Contenidos tipo espejo”?
En mi experiencia, la Instagramitis está sucediendo por varios factores, a saber:

  • Desconocimiento del “profesional” de los beneficios de otras redes sociales, su uso y formas de ajustarlas a la naturaleza de cada marca o negocio.
  • Desconocimiento del cliente, que ve que todo el mundo usa Instagram a diestra y siniestra, sin ton ni son, y quiere hacer lo mismo con su marca.
  • Falta de educación y preparación profesional SERIA por parte de quienes ejercen tareas de “estrategas digitales”.
  • Desinterés de los profesionales del área digital en educar a sus clientes, para mostrarles que hay un mundo más allá de Instagram, y que hay otros medios que pueden ser tanto o más beneficiosos para sus negocios.
  • Pelazón de bola (razón que sólo aplica en Venezuela, pero que estamos exportando con la diáspora). Hay cualquier cantidad de bicho raro por allí que acepta 10 US$ por “gestionar redes”, y lo que hacen es cagarla, mal manejando una marca sólo con Instagram.
  • Facilidad y comodidad. Porque es mucho más fácil simplemente poner una imagen o foto (muchas veces sin copy o texto) y ya, que generar contenido adecuado para Twitter, para LinkedIn o para cualquier otra red social. ¡Y ni se diga para un sitio web!

Sí. Es cierto que Instagram tiene actualmente datos de adopción y penetración impresionantes que no debemos desestimar.

Pero… ¿dónde queda el estudio de mercado? ¿A dónde fue a parar el buyer person ideal, que no necesariamente es asiduo a Instagram? ¿Qué pasó con el fortalecimiento equitativo e integral del ecosistema digital de las marcas en la actualidad?

Y cuando hago estas preguntas a algunos de mis colegas y alumnos de mis cursos, escucho excusas como estas: “Es que en Venezuela Twitter es sólo para política, es que no me gusta Facebook, es que yo sólo soy Community Manager de Instagram, es que el cliente me pidió eso y es terco, es que me da miedo que el cliente se me vaya”, y un larguísimo etc.

¡Mal, TODO MAL!

Lo estamos haciendo mal.

Yo abogo por marcas integrales, y prefiero las que me ofrecen distintos contenidos en distintas redes, porque me demuestran inteligencia comercial y digital, pero además me permiten nutrirme de sus contenidos en distintos formatos, por distintos medios y en distintos momentos.

¡Qué ladilla estar todo el día en Instagram! ¿No se marean?

Visualmente cansa estar tantas horas en un mismo entorno visual. He ahí la importancia de tener varios canales, bien manejados.

Muchos me han dicho que mi “odio” hacia Instagram e insistencia en recomendarles a todos que tengan un sitio web es porque yo dirijo una agencia de Social Media Marketing, y lo hago para conseguir clientes.

Error 404!

Ese no es el motivo, mis queridos enfermitos de Instagram.

Les confieso que yo soy más twittero, es la verdad. Y que recién le empiezo a agarrar el gustico a Instagram. Pero mi motivo no es el que mencioné más arriba.

El motivo es porque me gusta ver marcas con buenos ecosistemas digitales, como muy bien lo hacen personas y empresas en España, Estados Unidos, Colombia y otros países, en los que la Instagramitis aún no ha llegado, y esta red social es simplemente una herramienta más de las muchas que hay.

¿Tú sufres de Instagramitis?

¿Qué piensas hacer para curarte?

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